miércoles, 27 de mayo de 2020

Inventario caótico nº3 cosas que recuerdo




Me acuerdo del olor de la higuera en el patio de mi tía Pilar en Galapagar; del largo camino hasta el pozo, del golpe seco del cubo metálico al impactar contra el agua, del sonido chirriante de la polea;de su presencia serena junto a mí. 

Recuerdo las desvencijadas butacas rojas del cine de verano, el aroma inconfundible a arena caliente en las salinas de Mazarrón, el perfume del mar por la ventanilla del coche después de meses en la ciudad, la deliciosa sensación de quitarse la sal, la arena y el calor bajo el agua fría en la ducha del jardín.

Recuerdo enamorándonos aquel fin de semana en el que toda España aguardaba angustiada el desenlace del secuestro de Miguel Ángel Blanco mientras visitábamos Alcalá del Júcar en tu ibiza rojo; me acuerdo de una noche de dicha y sidra por las pintorescas callejuelas del Madrid antiguo, de la estanquera de Lerma, de los bellos amores que no pudieron ser y que siempre quedarán.

Me acuerdo de un campo de margaritas junto al río Tajo cuando tenía 7 años, una bóveda de estrellas sobre mi cabeza en un pueblo de Castilla, un disfraz de gallina en la fiesta de fin de curso del jardín de infancia, recuerdo la sensación de profundo misterio junto a la cruz de ferro en Foncebadón al anochecer, las judías verdes de la huerta de la tía Mari, a mi padre con sus cerdas, china, chinorri, mientras las rascaba y ellas saludando, un largo día de lluvia y transistor cuando estaba enferma y no iba al cole, el silencio y la textura de las noches encantadas de la Finca de Milagros, una tormenta de verano bajo el abrigo de la cueva de la Güelga en Cangas de Onís, me acuerdo de los baños en los lagos de Covadonga después de la excavación cuando todavía se podía...y también algunas veces todo ello se vuelve uno y entonces me recuerdo a mí.

jueves, 14 de mayo de 2020

¡Quién soy yo?





...la honestidad triunfa...

miércoles, 13 de mayo de 2020

Al final del arco iris...



Camino rural después de un chubasco de primavera.
Viñuelas, Guadalajara, España. Primavera 2020


Invocando la Confianza...
Agradeciendo la Protección..
Así, camino siempre
por senderos llenos de Luz.

viernes, 1 de mayo de 2020

Campanilla disfrazada




En este día en que celebramos la fiesta ancestral de Beltane, quiero hacer un pequeño homenaje a esa parte mágica que todos llevamos dentro y que olvidamos cuando crecemos.


Cada día Ella se cubre con un vestido color de tiempo y sale a sus quehaceres cotidianos sin que nadie la reconozca. Pero al final de la jornada, cuando ya la noche está cayendo, se encierra en su cámara secreta y se pone su precioso vestido color de luna. Así ataviada siente una ligereza jamás imaginada. Casi sin querer, sus pies despegan del suelo y flotando por ahí emprende una danza tan fascinadora, que todos los seres de la noche vienen a contemplarla. 

Por la ventana entreabierta se cuelan sin disimulo las diminutas hadas de las estrellas, las ondulantes sílfides de la brisa, las magníficas damas de los perfumes nocturnos y los duendecillos traviesos abarrotan las estanterías y los muebles, hasta que casi no hay espacio para la gran hada blanca de la luna. Ella, inspirada por la presencia de este ser de belleza sublime, gira y gira en el aire leve de la noche, hasta que todos los presentes, contagiados, se entregan también a la música embriagadora.

Se dice que las noches de primavera en las que este fenómeno ocurre, la Belleza desciende sobre todos los habitantes que duermen en los alrededores y que a la mañana siguiente despiertan con un destello de luz en los ojos sin saber porqué.

Estad atentos amigos, porque otro día os contaré lo que pasa cuando ella por fin se decide a lucir su deslumbrante vestido color del sol.