Los amantes y los dementes poseen cerebros tan bulliciosos, fantasías tan reales que perciben más de lo que la razón podrá comprender nunca. El lunático, el amante, y el poeta están creados de imaginación. Uno de ellos ve más demonios de los que el vasto infierno puede contener; ese es el loco. El amante, como cualquier fanático, ve la belleza de Helena en la cima de Egipto. Estamos hablando de percepciones, amigos. ¿Nos vemos los unos a los otros tal y como somos realmente ?... o sólo vemos lo que queremos ver: una imagen distorsionada por nuestras lentes personales. Hoy he perdido a alguien. Y lo más gracioso es que ni siquiera sabía quien era.
C.STEVENS
Él ama al Hijo de Dios tal como nosotros queremos amarlo. Y nos enseña como contemplarlo a través de Sus ojos y a amarlo tal como Él lo ama.
UCDM
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