miércoles, 2 de julio de 2008

A veces...


A veces las nubes se abren y dejan pasar la luz. A veces, el apretado control que ejerces sobre tu mente se afloja y entonces el Espíritu Santo puede entrar...En ese momento cierras los ojos, agradeces, y ofreces de todo corazón tu completa disposición a perdonar cualquier situación en la que creas encontrarte.
Ahora sabes que elegir el Cielo es la única decisión que jamás tendrás que tomar, y lo haces felizmente con Él, por ti y por todos tus hermanos. Como dijo Einstein, el resto son detalles y no te conciernen en absoluto. A veces, en esa quietud, en esa dicha y vacío, oyes calladamente una amorosa pregunta en tu interior:
¿Crees realmente que puedes fabricar una voz que pueda ahogar a la de Dios?
UCDM, 5,VII,1

1 comentario:

Anónimo dijo...

PRECIOSO.
Mucho Amor para ti Paz.Isabel