¿Qué tienen estas dulces noches de verano, que tanto me conmueven?
En ellas mi corazón se expande... soy una con la noche y todas sus estrellas, me convierto en ese insondable misterio que la anima desde dentro. Soy el viento que agita las ramas de los pinos, soy la brisa que revolotea juguetona, entrando y saliendo, subiendo y bajando, deslizándose desde el cielo hasta el mundo y desde el mundo hasta el cielo.
Ayer vi una luciérnaga y esta noche soy una luz para mi misma...mi espíritu sobrevuela una ciudad que celebra, pero nunca están contentos por la razón que creen. El fútbol es una excusa, la realidad de la dicha es por el redespertar de una memoria dormida.
Mi mente comprende el curso de los luceros en el firmamento, el río de la vida fluye en mi interior, mi pulso es el latido del mundo, navego por las aguas hondas de mi Ser. A Él, que es santo y profundamente amado, le dedico estos versos del gran poeta chileno, Pablo Neruda:
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo,
lo que estaba dormido sobre tu alma.
2 comentarios:
Precioso texto, me reconforta saber que hay gente que ama tanto la palabra escrita. Y para acabar el amigo Neruda con sus dulces versos. Y de verdad, has hecho saber como te sientes...
mi dirección:
http://mipoesiabarata.blogspot.com/
Paz,,,,waaaaao¡¡¡¡
Gracias infinitas por compartir la belleza.
Con todo mi Amor,,,Isabel
Publicar un comentario