domingo, 10 de febrero de 2008

Luna de invierno

Hoy es mi primer día en la red...¡Qué emoción!
He elegido este momento para empezar porque nos
encontramos en la luna nueva de mediados del invierno.
Es el tiempo de la siembra. Es el momento de eliminar
las malas hierbas, abrir el surco y plantar la semilla.
Ella crecerá, te lo aseguro.
Esta certeza procede de Jesús, a quién amo intensamente.
Gracias al entrenamiento mental de Un Curso de Milagros,
Él es una presencia cada vez más real y brillante en mi vida.
Es mi maestro y me ha enseñado esto: El fracaso es cosa del ego, no de Dios.
El agradecimiento que siento por él es algo que no puedo explicar.
El corazón y la luna son símbolos similares y en cierto modo,
complementarios de la mente y el sol.
Para mi, ambos representan la parte receptiva, femenina, del ser.
El corazón es ese lugar interior donde nuestra verdadera identidad es recordada.Como la luna, el ser refleja la luz de Dios.


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